Petróleo: el excremento del diablo (1)
La información de que un contrato de exploración petrolífera y de gas natural está siendo cursado en el congreso, nos trae a la mente la bien recordada frase del venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo, padre de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), quien bautizó al combustible fósil con el nombre de “excremento del diablo”. El nombre puede ser tomado como absurdo, repugnante e insólito por la naturaleza u origen de esa especie saliente o expulsado del cuerpo humano.
Sin embargo, el petróleo puede ser fuente de beneficio para incremento y desarrollo de la economía de una nación; pues, ese hidrocarburo puede tener gran valor si se maneja adecuadamente todo lo concerniente a esa importante cuestión.
Se sobreentiende que se debe ser prudente y tener criterios serios, efectivos y lógicos al negociar, elaborar, y efectuar los planes y programas para procesarlos con inteligencia para explotar, refinar y comercializar ese producto, si se encuentra suficiente y técnicamente factible de elaborar y económicamente viable para el aprovechamiento y posible proyecto de comercialización.
En todo caso, es indispensable proceder con pasos firmes y continuados para llegar lejos. Para obtener éxito en cualquier proyecto que se emprende, es necesario el cabal cumplimiento de los trazos de los designios previstos.
Para esto, hay que caminar con pasos apropiados, seguros e incesantes. De proceder así, se alcanzará el éxito por tener conciencia y visión clara de los planes, rigurosa disciplina, y continuado esfuerzo; todo esto, debe ser tomado en consideración, además de los convenientes auxilios que ayudarán a mantener la mente pensante, la adecuada consejería, la orientación de la brújula técnica, y la condición de confianza propia.
Así se obtendrá triunfo a pesar de andar durante un período por sendas boscosas, superficie resbalosa, abrasadora arena de desierto, pedregoso terreno, inclinada falda de montaña, o falta de puente para cruzar sobre rio desbordado.
Es imprescindible analizar los ejemplos de las experiencias de los países que explotaron su petróleo, cómo desarrollaron sus proyectos de explotación, elaboración y comercialización, y cuáles fueron los resultados. Entre las muchas facetas que se deben tomar en consideración están: reivindicaciones sociales, conflictos y apetencias que surgirán en el país por políticos y sectores de la sociedad por razones a veces comprensibles y a veces egoístas y suspicaces.
Hay que estudiar los éxitos, debilidades y fracasos en Venezuela, México, Ecuador, Noruega, Holanda, Nigeria, Angola, etc.
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