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    Respuesta a un marxista fariseo y ahora «bíblico»

     


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    EL AUTOR es escritor. Reside en Nueva York.

    Prefacio

    El pasado sábado 14 de este mes y a través de ALMOMENTO.NET, el marxista radicado en las «fauces del malvado imperio», Miguel Espaillat Grullón, se destapó con un artículo titulado  «A quién le creo, a López Obrador, o a José Flández y Arturo Morató?», en donde arremetió contra mi amigo José Enrique Flández, prestigioso articulista de este medio, con mi humilde persona y con periodistas y escritores famosos de la talla de Jaime Bayly Letts, Jorge Gilberto Ramos Ávalo, Carlos Alberto Montaner, Luis Fernando del Rincón y hasta con Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura (2010).

    La razón por la cual nos menciona en ese grupo, se debe a que en todos hay un común denominador: denunciamos desde diferentes vertientes y con la pluma como única arma, las falsedades, las hipocresías, los engaños, las perversidades, la corrupción, el totalitarismo dictatorial, arcaico y criminal que representa el socialismo izquierdista.

    Miguel Espaillat Grullón es un ardiente defensor de estos regímenes dictatoriales y apologista consagrado -como él lo hizo público- de tener sus asesinos favoritos como son: Ernesto Linch Guevara de la Serna «El Che», Fidel Alejandro y Raúl Modesto Castro Ruz, el pedófilo de Nicaragua, José Daniel Ortega Saavedra y el rucio de Cúcuta asentado de manera írrita en el Palacio de Miraflores, desde el cual llevó a la ruina a Venezuela.

    En consecuencia y haciendo acopio al derecho a la réplica, le doy mi respuesta a este camaleón izquierdista que nunca ha podido dar una razón lógica, idónea y entendible, del porqué lleva cuatro décadas disfrutando de las bondades que nos brinda el capitalismo neo liberal que tanto él denigra en sus escritos, representado al máximo por los Estados Unidos, nación que él aborrece y ataca desde el ángulo político, social y económico, obviamente, dando una muestra tangible de su hipocresía rayana y pueril.

    Las tergiversaciones de Miguel Espaillat

    Párrafo 1.- Menciona la bisexualidad de Jaime Bayly y sostiene que (cito): «En consecuencia, alguien así no tiene autoridad ni ética para ser orientador ni guía político y espiritual de la humanidad, tal como es él y los que les pagan pretenden». (cierro cita). Al igual que Espaillat, yo soy un crítico de esta conducta moralmente inaceptable y anti bíblica. Pero, a Bayly nadie le puede negar que es un brillante exponente político, un satírico, fino y excelente escritor, cuyos planteamientos en contra del socialismo izquierdista son contundentes y sientan cátedras.

    Él nunca ha dicho que es «un guía espiritual», eso lo ha dicho Espaillat y lo que le molesta a este marxista es que es un exponente de fuste cuyo verbo y los datos que aportan, ponen al desnudo la incapacidad y las falacias de la izquierda totalitaria en el poder. Entonces, leemos, escuchamos y valoramos el mensaje del Bayly mordaz, del escritor, el intelectual, aunque rechazamos al hombre bisexual. Son dos cosas diferentes y no nos confundimos en ella.

    Ahora bien, ¿por qué Espaillat nunca criticó a Hugo Rafael Chávez Frías, por tener como cachorro político y haber llevado al Congreso de Venezuela como  diputado, al líder izuierdista, chavista y conocido homosexual, Robert Serra Aguirre, asesinado en su casa por su guardaespalda y amante Edwin Torres Camacho en el 2015?   (Ver Link) : aprensa.hn/mundo/793589-410/diputado-chavista-robert-serra-habría-sido-asesinado-por-amante.

    Ni qué decir de Raúl Modesto Castro Ruz, que nunca ha salido del closet y que en Cuba le dicen «La China» por sus preferencias sexuales. ¿Por qué Espaillat no ha criticado a Mariela Castro Espín, hija de Raúl y ardiente defensora de la comunidad LGBT en Cuba? Al parecer, ahí se le acabó la tinta a la pluma de Miguel Espaillat o borró mentalmente «sin darse cuenta».

    Párrafo 2.- Aquí llama «mercenario a Jorge Ramos y critica que gana $200 mil dólares para retorcer la verdad». El de la mente retorcida es Espaillat que sí se hace eco de consignas mediáticas, elaboradas y repetidas como papagayos por estos personeros del socialismo. Todos dicen y propagan el mismo discurso, pero sin aportar pruebas algunas. Por cierto Miguelito, no son $200 mil, sino $250 mil dólares mensuales, unos $3 millones al año y no es por retorcer la verdad como lo haces tú en tus artículos, sino por hacer excelente su trabajo.

    Lo que le duele a Espaillat y a muchos como él, es que Jorge Ramos demostró al mundo con las cámaras, a venezolanos sacando comida de la basura, lo que llenó de ira al paranoico de Cúcuta, que los equipos, videos y celulares les incautó al final de la  entrevista. Jorge Ramos en un escritor y periodista al cual le pagan un salario por su capacidad y el dominio de su trabajo al rededor del mundo con diferentes líderes, no es por complacencia. A juicio de Miguel Espaillat y los izquierdistas como él, todo el que no está con el socialismo es un vendido, un mentiroso y no debe cobrar por el trabajo que hace.

    Al parecer, los «serios y honorables» que trabajan y no cobran son ellos y nadie más. Por cierto, me pregunto: ¿De qué vive Miguelito si hace 4 décadas que no ejerce la abogacía y la agronomía por estar «destruyendo al monstruo dentro de sus propias entrañas» desde el condado de El Bronx?

    Párrafo 3.- Aquí arremete también contra escritores y periodistas de alto vuelo, como Carlos Alberto Montaner y Fernando del Rincón y ello obedece a que son contrarios a las dictaduras totalitarias. Recordemos que los comunistas son opuestos a la libre expresión, porque les temen mucho a que se diga la verdad. Pero, aquí Miguel Espaillat demuestra que es un manipulador de los hechos y un fabulador furibundo, cuando dice que: «Fernando del Rincón fue a Bolivia a recibir un galardón de la presidenta de facto Jeanine Áñez Chávez.

    Eso es falso de toda falsedad, pues ella asumió el poder por la línea sucesoral del congreso y no de facto, al haber huido Evo Morales y dos altas figuras del organismo en la línea de alternancia, siendo ella la tercera en ese orden. Las mentiras de Espaillat se conocen como sofismas políticos y ellas no pueden estar por encima de lo que establece la Constitución boliviana, máximamente siendo él un abogado que se supone sea conocedor del tema.

    Pero, la labor de Miguel Espaillat como escritor, es ocultar que, basado en los preceptos constitucionales de Bolivia, el propio Tribunal Constitucional Plurinacional forjado en el gobierno del cocalero Evo Morales, legitimó formalmente la ascensión a la presidencia de Bolivia de Jeanine Áñez Chávez ipso facto, de conformidad con lo establecido por la Declaración Constitucional 0003/01 del 31 de julio del 2001. ¿Escribo la verdad Miguelito o estoy redactando mentiras como tú?

    En el epílogo de este párrafo 3, el inefable Miguel Espaillat se dio un tiro en el pie y no se ha dado cuenta. Aquí llama «patético» al Nobel de Literatura Vargas Llosa y adrede hace notar que procede de una «familia humilde», como si eso fuera un delito moral o social.

    Yo supongo que la familia de Miguelito Espaillat es de alcurnia y abolengo, pero lo de la familia de Mario Vargas Llosas eso es falso, pues eran de clase media en su natal Arequipa en Perú. No obstante, eso no es lo que le molesta a Miguelito de Mario, sino su postura de cara al totalitarismo izquierdista y trata de subestimarlo al llamarlo así, a pesar de que es un brillante escritor y hoy en día, considerado como el más importante ensayista y novelista de la época.

    Tener un personaje de ese calibre anticomunista, pesa mucho y eso pica a los socialistas. Ahora bien, Miguelito critica a Vargas Llosa por «haberse convertido en súbdito español con título nobiliario de marqués». Bueno, pero Miguel Espaillat Grullón se convirtió en ciudadano norteamericano y, lo que es peor, sin sentirlo de corazón como lo hice yo y millones más.

    Miguel Espaillat levantó su mano para jurar lealtad a la bandera de las barras y las estrellas y defender la nación que él eligió para vivir y, la realidad es que  hace todo lo contrario. Mario Vargas Llosa hizo lo mismo, conservando su nacionalidad peruana, pero el título de marqués se lo otorgó el rey Juan Carlos I de España por sus méritos literarios, él no lo pidió. No obstante, entendamos a Miguelito y no nos olvidemos que es un camaleón político y sabe adaptarse al medio para disfrutar muy bien del entorno.

    Miguel Espaillat con su «socialismo» surrealista no es tonto y él sabe de los beneficios políticos, sociales y económicos que brinda ser ciudadano estadounidense, y sobre todo, tener un pasaporte con el águila imperial en su portada, lo cual les abre todas las puertas en el mundo.

    ¿Para qué arriegarse a buscar un pasaporte cubano, venezolano o hasta chino (nación de moda entre los utópicos izquierdistas) si el que da prestigio es el que tiene el  águila calva con las alas abiertas, sosteniendo en su fuerte  garra izquierda 13 flechas y en la de la derecha un ramo de olivo simbolizando:  «Estamos abiertos a la paz, pero listo para la guerra». ¿No es así Miguelito o estoy errado en mi conceptualización de tu radiografía moral y política?

    Ahora bien, si Miguel Espaillat entiende que él se merece un título nobiliario por haberse juramentado como lo hizo Vargas Llosa, debe entender que en Estados Unidos no existe la monarquía. No obstante, yo sugiero a los lectores que no les quitemos ese «mérito» y lo igualemos con Vargas Llosa y les otorguemos de manera honorífica el título de «marqués del condado del Bronx», para su tranquilidad, satisfacción y así mitigar su alter ego.

    Párrafo 4. Este párrafo y hasta el último, es lo más estranbótico del artículo de Miguel Espaillat y una reiteración de las mismas diatribas, acusaciones, consignas y falsas alegaciones, algo propio en la dialéctica de los marxistas. Pero, hay algo que quiero resaltar y que me ha estado llamando la atención en este y anteriores escritos de Miguelito y es que, ahora le ha dado con citar versículos de La Biblia, mostrarse como un genuino «cristiano» y dar visos de una creencia religiosa que no existe en él.

    Ese artilugio de que hace gala Miguel Espaillat, ya es muy viejo y está en desuso en el rol de un comunista para confundir a los demás. Lo hizo de manera brillante Fidel Castro Ruz, cuando bajó de la Sierra Maestra con un rosario al cuello, para despistar al creyente y religioso pueblo cubano y, de esa manera, despejar toda duda de sus reales intenciones. Eso pretende Miguelito.

    Pero, parece que él no se ha percatado que el cristianismo y el marxismo se rechazan mutuamente porque son incompatibles, algo así como el agua y el aceite. Resulta paradójico que, Miguel Espaillat sea un «cristiano» y haga citas bíblicas, cuando es un marxista confeso con máscara de demócrata y apoya de manera irrestricta la dictadura cubana, siendo su forjador Fidel Castro un  ateo que eliminó del Estado cubano las prácticas religiosas y expulsó de Cuba a cientos de religiosos. ¿Cómo nos explica Miguelito esa dicotomía?

    En un artículo-carta dirigido a Fidel Castro (que no leyó) y siendo un ciudadano estadounidense, le llamaste «Mi comandante», lo que nos da una idea de la catadura moral y política que te rodea, el oportunismo y la hipocresía que te brotan por los poros.

    De igual manera, en otro le diste validez a lo que se conoce como «Los protocolos de los sabios de Sion» y lo expusiste como prueba de la supuesta conspiración judío-masónica de hacerse con el poder mundial, y controlar a los comunistas, a sabiendas de que se comprobó que no fue más que un libelo falsificado con el objetivo de incitar a lo que posteriormente se conoció como «los pogromos» que atizó la persecución judía en la Rusia zarista.

    Miguel Espaillat Grullón, debo confesarte y partiendo de tus escritos políticos, que eres un genial fabulador, un arquitecto de las mentiras y que abusas de la confianza que pueden brindarte los lectores. Tú encajas en el pensamiento del escritor y novelista estadounidense Stephen King, cuando dijo:

    «La confianza de los inocentes es la más útil herramienta del mentiroso»,

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