Los clanes de familias que manejaron estructura mafiosa en Coral y Coral 5G
Los clanes familiares dominantes jugaron un rol de primera línea en el entramado mafioso de los casos de corrupción administrativa Coral y Coral 5G, involucrando padres, hermanos, esposas, suegros, cuñados, primos, sobrinos y otros allegados de los principales cabecillas y oficiales superiores de la red.
Toda la ejecución de la operación quedaba entre familia, “todo en la más alta paz”, con una distribución y reparto de recursos fruto de las maniobras fraudulentas en las nóminas de militares de los cuerpos especializados de Seguridad Presidencial (Cusep) y seguridad Turística (Cestur).
Los jeques y sus clanes tenían sus funciones bien definidas e interactuaban con los integrantes de los demás familias en completa armonía, de modo que, todo fluía cuando se trataba del desvío de recursos, quienes los recibían y a quienes se redistribuían tanto en efectivo, como en depósito en cuentas de las empresas vinculadas o transferencias directas.
Los cabezas de familias más dominantes lo representan el general Julio Camilo de los Santos Viola, el coronel Rafael Núñez de Aza, el general Juan Carlos Torres Robiou y en menor medida, los núcleos del mayor general Adán Cáceres y la Pastora Rossy Guzmán.
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EL CLAN DE LOS SANTOS VIOLA.– La genealogía del general de los Santos Viola es la de mayor representación dentro de la estructura mafiosa, pues involucra a su esposa, sus suegros, una hermana y varios sobrinos suyos, lo que implica que tocó todos los niveles de la pirámide familiar.
De acuerdo con el expediente, el entonces subdirector del Cusep, involucró a su esposa María Alba Trinidad, la que sirvió como testaferro para colocar a su nombre sumas millonarias y bienes adquiridos del cuerpo militar.
De los Santos Viola, utilizó los servicios como testaferro de sus suegros, Elida María Trinidad Santiago, y Manuel de Jesús Alba Solano, quienes llamaron a la atención de las autoridades pues de no tener un peso, de repente, y en especial en el 2018, se hacen propietarios millonarias, todas identificados por el Ministerio Público como propiedades del oficial subdirector del Cusep.
Los padres de la esposa de de los Santos Viola, figuraron como dueños de dos apartamentos unificados en el Residencial Doña Elena, en Santiago y otro en el Residencial Anacaona II de esta misma ciudad; una propiedad en La Chiva, Licey al Medio, Santiago; un terreno cercado que contiene una casa y una finca de cerdos; tres apartamentos (A-4, A-3 y D-5) en la Torre Elsa, en la César Nicolás Penson, en Gazcue, DSN.
También dos apartamentos, uno en la Avenida México, Condominio Residencial Bélgica XV, Gazcue y otro en Los Millones, condominio Hariannet IX.
El cuadro familiar continúa con su cuñado, Manuel Antonio Alba Trinidad, también haciedo labores de testaferro.
De los Santos Viola adquiere 11 inmuebles consecutivos, cuatro de estos a su nombre y decidió colocar uno a nombre de su hermana, Magnolia de los Santos Viola, la cual no figura en el expediente y fue gran colaboradora del Ministerio Público, señalando quien es el real dueño. Se trata de un lujoso apartamento en la Torre Harriannet IX, en el sector Los Millones, Distrito Nacional, ubicado justo al lado donde también adquirió uno, el cabecilla de la red y jefe inmediato de de los Santos Viola, el mayor general Adán Cáceres.
Raymel Pastor del Rosario Viola, es sobrino del general y también está acusado formalmente de lavado.
El general usó en su reparto de bienes a presta nombres a su sobrina Onoris Beatriz Soto de los Santos (hija de Lucía).
Esto, favoreció que De los Santos Viola manejara unos recursos económicos con una magnitud exagerada, ya que utilizaba a su esposa Angélica María Alba Trinidad para ejecutar transferencias millonarias, al cuñado y hermana del imputado José Hidalgo Cáceres y hermana y cuñado del oficial, Lucía de los Santos y José Hidalgo Cáceres, respectivamente.
CLAN NÚÑEZ DE AZA. El coronel denominado por la Pepca como el cerebro operativo del societario mafioso, fue una real competencia directa del general de los Santos Viola, en cuanto involucramiento de sus familiares a todos los niveles, pese a tener menor rango.
El coronel usó como testaferro a su propia madre,
Rosa Antonia Disla.
Para mayor seguridad involucró directamente a su compañera sentimental y madre de sus dos hijos, la primer teniente Jehohanan Lucia Rodríguez Jiménez, quien se desempeñaba como sub-encargada de auditoría del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), creadora y administrara de empresas de la red para sustraer fondos públicos de instituciones militares.
Rodríguez Jiménez tenía como asistente a la sobrina de Núñez de Aza, Nicole Yomarys González Núñez, quien le firmaba los cheques en blanco y posteriormente procedía a librar montos a nombre propio, para hacerlos efectivos, los cambiaba siempre en el Banco de Reservas de la Avenida Venezuela, en combinación con la también imputada Esmeralda Ortega Polanco (alias 550), que se desempeñaba como gerente de una sucursal del referido banco de la avista Venezuela.
Luego el dinero era depositado en las cuentas del Banco de Reservas de Asociación Campesina Madre Tierra, Único Real State e Inversiones SRL, Meljo Comercial EIRL, Randa Internacional, SSA Corporación SRL, Optumus EIRL, o simplemente lo hacía efectivo y se lo entregaban al Núñez de Aza.
Eric Daniel Pereyra Núñez, es sobrino de Núñez de Aza, un cabo de la Policía Nacional adscrito al Cusep y señalado por la Pepca como una persona que colaboraba constantemente en la movilización de fondos para la orden de su tío y luego redistribuía a sus jefes.
El CLAN TORRES ROBIOU. El general
era el director Cestur e involucró a su hermano Guillermo de Jesús Torres Robiou como testaferro y apoderado legal, al otorgó poder especial para que, en su nombre y representación, percibir ingresos como de la empresa “Asesor Operaciones Turísticas IAS International”, devengando un pago mensual por seis mil 500dólares y mil dólares adicionales por concepto de dieta.
“Otorga poder especial para que en su nombre y representación pueda percibir los ingresos por concepto de alquiler del invernadero ubicado en Rancho Arriba, San José de Ocoa, con una extensión superficial en metros cuadrados de 15,773.12 dentro del cual en 12,000.00 m2 funcionará un invernadero de metal, el pago dispuesto anual será por la suma de US36,000, de los cuales les corresponden US$18,000, a partir de la fecha el apoderado será el único facultado para el cobro de dichas remuneraciones por concepto de asesorías y el alquiler del invernadero”, indica el expediente.
EL CLAN DE LA PASTORA. Rossy Maybelline Guzmán Sánchez, la famosa Pastora y su hijo Tanner Antonio Flete Guzmán, figuran como ejecutivos de las empresas Único Real State e Inversiones SRL, Shalom Tierra de Paz.
Las cuentas de estas entidades eran usadas para percibir los depósitos por parte de Rafael Núñez de Aza y por órdenes de Adán Cáceres.
La pastora era asimilada de la Policía Nacional y su hijo cabo de la PN.
La Pastora y Tanner Flete Guzmán fungían como testaferro en el entramado de corrupción, figurando en el primer expediente, denominado Operación Coral.
ADÁN CÁCERES: EL SEÑOR FEUDAL. El mayor general exdirector de Cusep y jefe de escoltas del expresidente Danilo Medina era una especie de señor feudal y estaba en la cima de la pirámide mafiosa, pues todos respondían ante él.
Sin embargo, su cuñado Santiago Antonio Suárez Peguero, quien es esposo de Anabel Cáceres Silvestre, hermana del exjefe del Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep) fue involucrado en el expediente.
Peguero figura como vicepresidente del Ministerio Jesús Vino, Vive y Vuelve, entidad religiosa que habría sido utilizada para lavado de activos.
Cáceres también involucró a su asistente Suárez Kelman Santana Martínez, quien fue subdirector administrativo del Cusep y administraba junto a La Pastora y Núñez de Aza la empresa Asociación Campesina Madre Tierra.
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